Desayuno indigesto (Resumen y rueda prensa)

Sporting 0-0 Recreativo

El Sporting es segundo  a dos puntos del líder. Nueva oportunidad perdida de poderse distanciar de su competidores y van…

Ni autobuses ni telarañas, lo que impidió al equipo asturiano conseguir los tres puntos fue su incapacidad y su ineficacia. La primera jugada del partido resume lo que ocurrió los noventa minutos posteriores, el Sporting  raseaba el balón y triangulaba con su portero sobre un campo cubierto de rocío matinal. Lo hacía con parsimonia y sin ningún movimiento continuo de sus jugadores que le hiciera poder sacar el balón e ir avanzando línea  a línea. Consecuencia el balón estaba todo el tiempo rondando el área local más que la visitante. Por si eso fuera poco el Sporting tiende a bascular mas del ochenta por ciento de su juego por banda derecha, lo que inutiliza la otra y las posibilidades de sorprender son mas escasas. Por estos derroteros iba avanzando el partido, cuando  llego la primera oportunidad en un saque de “catapulta infernal” de Luis Hernández, que Bernardo remato al larguero. Primera señal de que el equipo local era muy superior al visitante en las jugadas a balón parado. Esto se iría confirmando de forma escandalosa durante toda la mañana, el Sporting tuvo seis oportunidades de gol, cinco de ellas a balón parado. Lekic y Bernardo ganaban la partida a sus rivales en el juego aéreo, jugada si, jugada también. Creando barullos en el área que hoy, los delanteros locales no eran capaces de que acabaran dentro de las redes. En esto llego el momento en que se sentencio el partido, Sandoval cambia a Lekic y entra Guerrero. Lo primero que uno debería preguntarse, es si existe una clausula en el contrato del serbio, que le impida jugar más de setenta minutos por partido. Eso explicaría que sea el primer cambio siempre. En el partido de ayer todo el mundo veía que el único peligro venia en los balones enviados al área rival que Lekic conseguía peinar, todos no… una persona vio todo lo contrario, quizás por eso a él le paguen por estar en el campo y los demás tengamos que pagar por estar. Veinte minutos después se demostró que se había equivocado, en ese tiempo el Sporting fue incapaz de crear una ocasión de peligro, fuera a balón parado o en juego, y solo faltaba esperar si íbamos a empatar o si marcharíamos para casa sin ningún punto. El tercer cambio de nuestro  “cocinero” preferido provoco una sensación de empacho mayor.

 

Rueda de prensa