Don Enrique Setién Soler

Al margen
El domingo se sentará en el banquillo del club visitante un hombre que jugó un papel muy importante en el ascenso obtenido el pasado 7 de junio. Se trata de Quique Setién, el técnico que dirigía al Lugo, un equipo que llegaba a Montilivi con la permanencia obtenida y al que le hubiera sido muy fácil relajarse y dejarse ir. El empate ante el Girona, que a la postre supuso el empujón definitivo para el ascenso de los de Abelardo, fue más que el testarazo de Pablo Caballero que acabó en la red. La integridad del técnico santanderino y su concepto del honor obligó al combinado gallego a disputar esa última jornada como si el equipo se jugara algo, y lo hacía: estaban en juego su honestidad y su honor por no desvirtuar la competición, arriesgando en la jornada 42 como si fuera la décima. Por respetar su honor, por su integridad y por transmitir esos valores a sus jugadores desde estas lineas todo nuestro reconocimiento a Enrique Setién Solar.