Un año despues, todo sigue igual.

CÓRDOBA: Saizar; De los Reyes, Bouzón, Armando, Pedro, Strahman, López Silva, Caballero, Abel, Pelayo y Fran Cruz.

SPORTING: Cuéllar(2); Luis Hernández(2), Bernardo(0), Mandi(1), Canella(0); López Garai(1), Nacho Cases(3), Carmona(2); Lora(1), Scepovic(1) e Isma Lopez (1).

Córdoba C.F. 2-2 Sporting

El Sporting salva un punto en el último minuto, en tierras andaluzas. Quinto partido seguido sin ganar del equipo rojiblanco.

El Nuevo Arcángel no parecía a priori, como el campo propicio para que el Sporting consiguiera su primera victoria como visitante, y así se confirmo. La directiva local había bajado los precios de las entradas para conseguir un gran ambiente, el público respondió y lleno los fondos del estadio. EL Sporting en un inicio parecía que acusaba esta presión y no era capaz de hacerse con el control del partido. Los jugadores del Córdoba tenían mucha facilidad para desmarcarse a la espalda del centro campo asturiano y se aprovechaban de la indecisión de nuestros centrales que no se atrevían a apretarles. A pesar de ello, Cuellar no tuvo que hacer ninguna parada de merito, en cambio cada tiro a puerta del Sporting  mostraba la inseguridad del portero local.

En el minuto 21 llego la jugada que condiciono todo el partido, una anticipación de Scepovic a la salida de un córner, la convirtió en penalti  el “Rompetechos” de turno. Como estamos seguros de la buena fe del colectivo arbitral le recomendamos que haga una visita en su centro óptico más cercano, la revisión suele ser gratuita. El árbitro estaba a dos metros de la jugada.

El Sporting acuso el golpe unos minutos, en los cuales estaban más pendientes de reclamar al árbitro que de lo que se estaba cociendo en el terreno de juego.

Los últimos quince minutos de la primera parte, fueron de total dominio del equipo asturiano, control total del juego gracias al “buen hacer” de Nacho Cases y Lora, que se juntaban en el centro con Carmona para combinar. Llego la mejor ocasión en un remate pifiado de Lora que remato Isma López en el área pequeña. En directo parecía increíble que el navarro mandara al larguero el remate, una vez visto la repetición es fácilmente entendible, ya que remata de espaldas a la portería.

El descanso debió de enfriar el ímpetu asturiano, la segunda parte discurrió con un ritmo muy lento  y predominaban las imprecisiones en los dos equipos. El partido se paraba cada poco por diversas lesiones. Sandoval decidió retirar a un desafortunado Ismael López y dar entrada a Alex Barrera. El entrenador madrileño al igual que hizo en Soria dejo al equipo sin extremos  y agolpaba jugadores en el centro. En una jugada aislada llego el gol gijonés, con cierta polémica ya que Carmona cuando toca por última vez el balón estaba ligeramente adelantado.

Lo que sucedió después nos provoca sudores fríos, ver como el rival aprieta  a nuestro equipo y ver como este se diluye como un azucarillo, es para preocuparse y mucho. El rival en cuatro minutos nos desarbolo y no paró hasta que llego una nueva sonrojarte pifia defensiva que comenzó en la derecha y acabo en una vergonzante falta de conocimientos futbolísticos  de nuestro lateral izquierdo. Un referéndum en Gijón hubiera solicitado la vuelta de los jugadores andando o incluso que alguno se hubiera quedado en tierras andaluzas.

El mazazo en el equipo de Sandoval fue total, y por lo visto también en su entrenador. El cambio realizado por el míster, provoco un ahorro de luz en las economías domesticas sportinguistas, el botón de apagado de sus televisores debió echar humo, muchos resignados decidieron que era mejor ocupar en otra cosa este domingo de noviembre. Lekic entra y sale Scepovic, ni los comentaristas de Canal + lo entendían. Quitas  al máximo goleador de la categoría cuando quedan cinco minutos y vas perdiendo…

Mientras estábamos pensando en el recibimiento que la afición iba  a dispensar al técnico en su regreso al Molinon, Mandi resbalaba y el Córdoba tenía un mano a mano que saco en primera instancia Cuéllar y luego Lora. Acto seguido se obro el milagro un centro de Santi Jara es rematado en el segundo palo por Leka, demostrando que no es tan malo como algunos nos quieren hacer ver. Las críticas a esta jugador que apenas ha jugado un partido completo son surrealistas.